Hablar de los cambios que ha
sufrido la sociedad mexicana a través de los años puede tomar tintes
nostálgicos, recordar que “cuando era
joven” las cosas eran diferentes en muchos aspectos de nuestra vida diaria. Y
es algo que no sucede solamente en un marco local, sino que a nivel mundial las
cosas han cambiado, han evolucionado y se debe en gran medida a influencias
externas, aunque a primera vista no lo parezca.
El término adecuado es globalización.
Aunque pudiera parecer un concepto ajeno a nosotros, enfocado más a la política
o a la economía, pero realmente es un fenómeno que involucra también a la
cultura y afecta a nuestra vida diaria, a pesar de que probablemente ni
siquiera nos percatemos de ello, no le demos importancia o ni siquiera estemos
conscientes.
Anthony Giddens desmenuza el
concepto de globalización y lo traslada a varios ámbitos de la vida diaria para
explicar los efectos que tiene
directamente en la sociedad. Identifica a dos grupos: los escépticos quienes
opinan que en realidad las cosas no han cambiado significativamente y los
radicales quienes afirman que las influencias externas se reflejan de manera
muy significativa y que incluso los políticos han perdido autoridad sobre las
decisiones que afectan a su país, debido a la marea que genera la globalización
y que simplemente arrastra a todos y a todo sin que haya resistencia efectiva.
Habla de distintos casos
específicos. Desde la participación femenina en la política, la colonización
inversa de distintas ciudades en el mundo, la conservación o modificación de
las tradiciones en distintos países, hasta la afectación que tiene la caída de
la economía en Europa para nosotros.
El riesgo es un factor que está
presente en las civilizaciones modernas y propone los conceptos de riesgo
externo y riesgo manufacturado. El primero proviene principalmente de las
tradiciones o la naturaleza, mientras que el riesgo manufacturado que es generado
por el hombre mismo como consecuencia del impacto de la actividad humana en el
mundo. Finalmente, ya que vivimos en un mundo en que nos afectan las situaciones
que ocurren al otro lado del mundo es importante saber distinguir qué tipo de
riesgo se está tomando y cómo es que esto repercutirá en nuestra vida diaria.
Otro aspecto importante del que
habla es la tradición y es que, en definitiva, las tradiciones han cambiado en
los últimos años y no sólo en nuestro país. Hay algunas tradiciones que están en
peligro de extinción, algunas ya desaparecieron y algunas permanecen pero con
modificaciones constantes, incluso con influencias de otras regiones o países.
El caso es que no existen las tradiciones puras ni en la región más apartada de
las ciudades. Y es que es en las ciudades donde converge todo tipo de gente y
se convierte en una mezcla de costumbres, por lo tanto, se vuelve imposible que
la tradiciones perduren, por varios factores.
A todos los países nos afecta la
globalización, en diferente manera y la forma en que se asume el efecto es
también distinto, ya sea por la mentalidad, la región o el sistema de cada
país, pero es un hecho que todos hemos tenido influencia externa. En cuestión
familiar los efectos también existen. La conformación de las familias ha
cambiado en los últimos años, las llamadas familias tradicionales ha ido
desapareciendo como tales, se han ido adaptando como parte de la sociedad. Hoy
el papel de los hijos es diferente al de hace algunos años atrás, existen ya
los derechos de los niños; el papel de las mujeres en la familia y en la sociedad,
tienen derecho a votar y ya hay leyes específicas para ellas, que las protegen
o les dan ciertos beneficios; lo mismo pasa con las personas de la tercera
edad.
Parte de esto tiene que ver
también con la política, pues ya no sólo podemos vernos como país
independiente, sino como país interdependiente. Es importante tomar en cuenta
el entorno en el que estamos y analizar las características de él para proponer
políticas que ayuden a movernos mejor en el ámbito mundial. La globalización es
una red donde todo conecta con todo y con todos. Las decisiones que se tomen
por un lado tendrán afectaciones otro y en otro. No es posible ya apartarse del
panorama mundial, pero sí debiera ser un requisito analizar qué cosas son
buenas para adoptarlas y qué cosas no nos conviene implementar.
Para ello se cuenta con una
herramienta que aún cuando ha perdido cierta credibilidad, no debe descartarse:
la democracia. Hay mucho trabajo por hacer en ese sentido y no sólo en México,
Giddens apunta que uno de los factores esenciales para que exista es la
comunicación, además de reformas constitucionales y transparencia en asuntos
políticos. Además de un manejo distinto en los medios de comunicación, en
especial la televisión. Al final, la televisión es uno de los principales
conductores de la globalización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario